La tragedia que enluteció a la frontera argentina-boliviana fue hace casi tres semanas cuando el río Bermejo había crecido de una manera alarmante y a pesar de ellos los propietarios de "los gomones" lo mismo decidieron prestar el precario y peligroso "servicio" de hacer pasar a ciudadanos argentinos y bolivianos de una costa a la otra. La fuerza del agua fue tal que llevo a la balsa en contra de empalizadas que pincharon el gomón y provocó que la tripulación, unas veinticinco personas, cayeran a las turbulentas aguas del río. Entre los tripulantes viajaban dos menores de edad, uno de ellos un bebé de pocos meses.
La pesquiza comenzó y ya se notificaron en todas las fronteras para dar con el paradero de los remeros para que presten declaración en la justicia de todo lo sucedido.
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