Cuando requisaron a la joven encontraron en el bolsillo de su campera una bolsa que contenía otros cuatro envoltorios de la misma sustancia.
El juez de Garantías 1 de Tartagal, Nelso Aramayo, la condenó a la pena de un año de prisión de ejecución condicional y pago de la multa, por ser autora responsable del delito de suministro de estupefacientes a título gratuito agravado por el lugar de comisión en grado de tentativa.
Durante tres años deberá fijar domicilio y someterse al control de un patronato. Tendrá la obligación de abstenerse de concurrir a lugares o reunirse con personas relacionadas con el ambiente delictivo. No podrá usar estupefacientes ni abusar de la ingesta de bebidas alcohólicas.
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